
Las cremas de Le petit Marseillais eran una delicia untárselas en el cuerpo, las manos, etc… Pero resulta como todo lo que está pasando últimamente en este mundo, este producto fue vendido o lo que fuera a Estados Unidos. Y este a su vez lo repartió a otros países, total que ahora las cremas en vez de ser una delicia son una grasa pegachenta y fastidiosa. El último frasco de Marseillais que compré de los grandes, crema para el cuerpo, enterito se fue a la basura. Esa manteca no había quien se la pusiera y a saber que porquerías te saldrían en la piel.
Ahora LE PETIT MARSEILLAIS ha sacado una serie de cremas pequeñas que de todas me quedo solo con la que dice KARITÉ- ALOE VERA – CERA DE ABEJA.
Cuando compras la crema y te la vas a poner en las manos sale de la siguiente manera: Va saliendo
Y cae perfecto la cantidad que deseas.
Que bueno te pones feliz porque te has puesto cremita para que tus manos estén suaves. Pero cuando el pequeño envase llega a este punto donde he pintado la raya roja… Ya no te sale nada se acabó la crema hay que comprar más. PERO NO NO Y NO YA NO HAY QUE ENRIQUECER MÁS A ESAS MULTINACIONALES.
Lo que hice fue contarle a mi marido y el le arrancó a la fuerza esa tapa blanca de abajo que no se puede quitar y de ahí de nuevo seguimos usando la pequeña cremita.
Después la que escribe empezó a usar su fuerza bruta para sacar crema cada vez que necesitaba.
Y así lo hacía para no darle gustos a esos usureros de las MULTINACIONALES.
Y aprieta cariño que ahí va saliendo y todavía queda más. Ahí pueden ver la fuerza que hago. Pero cuando ya no pude más, llamé al hombre de la casa mi marido y le dije ahora te toca a ti, cosa que no dudo en hacer porque ya basta de tanto abuso de la gente que hace los asquerosos productos que usamos a diario y que ahora directamente son para envenenarnos, enfermarnos o matarnos con un cáncer bien hijo de perra, a corto o largo plazo mientras ellos se enriquecen seguramente quieren que les hagan ataúdes forrados en billetes de 100 dólares o euros pero igualmente o se los incinera o se pudren cuando los inhumen, porque igual se van a morir son simples seres humanos como todos. Y mi marido me ayudó a sacar más crema a lo que yo llamo «esto es la gran estafa»
Cuando el envase quedó totalmente vacío. Ahí fuímos a por otra cremita. Obseven que a él también le cuesta. Que desgraciado mundo el que nos está tocando vivir.
